sábado, mayo 14, 2005

Una reflexión sobre el tiempo

Con el título "Brevísima historia del tiempo", el físico británico Stephen Hawking ha escrito un libro en el que, de forma concisa pasa revista a los principales problemas que tiene, en este momento, planteados la Física. Anteriormente, un profesor de Ciencias Físicas de la Universidad de Adelaida (Australia) escribió un libro con el título "Sobre el tiempo", en el que describe todo lo que ha pensado la Humandidad sobre esa realidad tan difícil de definir, que es el tiempo. Heidegger ha escrito también sobre el tiempo. Pero este tiempo de los filósofos no es el tiempo de los físicos, ni de los astrónomos.
Newton habla del "tiempo absoluto, verdadero y matemático, que en sí mismo, y por su propia naturaleza, fluye de la misma forma sin relación con nada externo". El mundo aparecería como un gigantesco mecanismo de relojería, predecible en cada detalle. Este universo mecánico consagró el tiempo como la variable por antonomasia en todos los procesos físicos. Pero la relatividad cambió este punto de vista, que se hacía incomparable con los nuevos descubrimientos. En la nueva Física el tiempo es algo intrísecamente flexible. La experiencia quedaba firmemente ligada al observador individual. Esta fue la revolución conceptual, como pocas veces ha pasado en la Historia.
Pero han surgido nuevos hechos. La evolución del Universo con la teoría del big bang y los agujeros negros, exigen nuevos puntos de vista.
"Al combinar la Mecánica Cuántica con la relatividad general, parece surgir una nueva posibilidad que no cabía anteriormente: que el espacio y el tiempo puedan formar conjuntamente un espacio cuadrimensional finito sin singularidades ni fronteras, como la superficie de la Tierra pero con más dimensiones. Parece que esta idea podría explicar muchas de las características observadas del Universo, como su uniformidad a gran escala y también las separaciones de la homogeneidad a menor escala, como galaxias, estrellas e incluso los seres humanos", ha escrito Hawking.
Esta idea engloba las cuatro fuerzas fundamentales de la Naturaleza: la gravitación, la fuerza electromagnética, la fuerza fuerte y la fuerza débil. Einstein dedicó los últimos años de su vida a la unificación de estas cuatro fuerzas. No lo consiguió, pero esta idea de la unificación sigue flotando en las mentes de los físicos.
En el modelo cosmológico de Friedmann, el tiempo, que es la cuarta dimensión, tiene extensión finita. "Es como una línea con dos extremos o fronteras, de manera que el tiempo tendrá un final y tuvo un principio". Y hace 13.700 millones de años en el momento del big bang todo el Universo estaba concentrado en un solo punto de tamaño nulo, como una esfera de radio cero. En aquel instante, la densidad del Universo y la curvatura del espacio-tiempo debieron de haber sido finitas.
Si aceptamos esta teoría de que el Universo tuvo un tamaño nulo, "surge la posibilidad de que su temperatura hubiera sido infinita, se cree que, en el momento mismo de la gran explosión, el Universo debía estar infinitamente caliente y que, a medida que se expandía, la temperatura de la radiación iba decreciendo".
Estas son algunas de las teorías, con fondo la realidad del tiempo, que Hawking expone, y que nos presentan una imagen de la Naturaleza, en modo alguno, sencilla. Una imagen de la Naturaleza explicable a través del formulismo y de las leyes de la Matemática, dejándonos siempre en la duda de por qué un simbolismo abstracto puede explicar o, al menos, ayudar a explicar, la realidad del mundo físico.